SUPERA EL MIEDO A NO GUSTAR

Miedos

Las largas e interminables horas de estudio de un instrumento realizadas en soledad, contrastan con la realidad posterior de tener que «enfrentarnos» a un público exigente al que mostrar nuestra música y talento.

Esto, lo cual es una de las características más llamativas del estudio de los músicos es causa, entre otras, de la aparición de numerosos miedos y temores en los músicos al tener que pasar de la soledad más absoluta en nuestros momentos de estudio a convertirnos en el foco de atención al que todas las miradas se dirigen.

Estos miedos y temores están íntimamente relacionados con nuestros valores y creencias, los cuales guían nuestra vida y rigen nuestro comportamiento en todos los niveles y entre éstos, hay uno que destaca por encima de todos, el miedo a «no gustar».

Todos queremos ser aceptados y gustar a los demás. Caer bien, resultar simpáticos… y en definitiva, ser aceptados y sentirnos a la vez, valorados por el resto de la gente.

De igual modo sucede cuando subimos a un escenario. Esperamos y deseamos que nuestra música guste a los demás. Queremos ser valorados por ello.

Queremos gustar y ser reconocidos por lo que hacemos.

Este deseo, el cual es completamente normal es hasta positivo, ya que nos motiva a dar lo mejor de nosotros mismos. Sin embargo, cuando por querer agradar y querer hacerlo lo mejor posible comenzamos a exigirnos por encima de nuestras posibilidades, no admitiendo el error y castigándonos incluso por éstos, comenzamos a generar en nosotros totalmente lo contrario: un estado de estrés y tensión que nos provocará nervios innecesarios, temores y miedos que mermarán nuestra actuación de manera considerable.

Además, unido a este estado de estrés y tensión, aparecerán una serie de pensamientos con tintes negativos en los iremos apoyando cada vez más firmemente nuestras creencias limitantes y temores generados por tanta exigencia y tanto «querer gustar».

Pero aún hay más ya que una vez que nos encontramos en esta situación, empezamos a pensar más en los otros, en lugar de centrarnos en nosotros mismos, poniendo nuestro foco, nuestra atención y nuestra energía en algo ajeno a nuestra persona y que, por lo tanto, no podemos controlar.

Ante estas situaciones es necesario tomar perspectiva y ver las cosas de un modo más objetivo, intentando eliminar de nuestra valoración toda subjetividad con el fin de entender mejor la situación.

Debemos centrarnos en nosotros mismos, ya que es lo único que podemos controlar. Preocuparnos en lo que debemos hacer, estar lo más concentrados que podamos y limitarnos a hacer lo que sabemos.

Es inútil pensar en el público, en lo que éste piensa o siente.

Primero porque no es algo que podamos controlar y segundo, porque hacer esto perjudicará nuestra actuación.

Seguramente en todas nuestras actuaciones habrá personas a las que gustará mucho lo que hacemos y otras, a las que no les gustará tanto o directamente, no les gustará nada.

Esto es algo que debemos aceptar y con lo que debemos convivir.

NO VAMOS A GUSTAR A TODO EL MUNDO.

Por ello, a la hora de enfrentarnos a una actuación debemos pensar en la actitud que nosotros mismos tomamos cuando asistimos de público.

Todos acudimos a un concierto o representación a pasar un buen rato, a disfrutar y a evadirnos de la realidad por un par de horas.

No vamos a criticar ni a juzgar a la persona que tiene el valor de subirse a un escenario.

Pero de manera irracional, cuando somos nosotros los que nos subimos al escenario, cambiamos esta idea y sin saber por qué, pensamos que los asistentes van a todo lo contrario, a juzgar, criticar.

Lo que tenemos que hacer al subir a un escenario, es poner la atención en nosotros mismos y no perder tiempo ni energías en aspectos externos que escapan a nuestro control y sobre todo, hacer lo que sabemos, no más de lo que está a nuestro alcance y sobre todo, DISFRUTAR ya que, si nosotros disfrutamos, a buen seguro conseguiremos que el público también lo haga.

 

Como ves, me encanta escribir. De hecho envío bastantes mails sobre el coaching para músicos y artistas y sobre la trompa así que si te interesa apúntate a mi lista y podrás disfrutar con ellos. Si no, tranquilo, seguiremos siendo amigos. Es por aquí: