MANTENER LA MOTIVACIÓN PARA ESTUDIAR

Mantener la motivación en los estudios, día tras día, semana tras semana, no es algo fácil y al que más y al que menos, le cuesta lo suyo. Esto se hace especialmente difícil en épocas en las que la actividad baja de ritmo, como por ejemplo durante las vacaciones, con el parón de las clases y con ello, la ausencia de obligaciones diarias y sin el seguimiento y observación directa de un profesor que nos “apriete las tuercas”.

En el ámbito musical, y en los artistas en general, la motivación en el estudio es fundamental tanto para nuestro bienestar general como para la calidad ofrecida en nuestras interpretaciones ya que sin ésta, nuestras sesiones de estudio descenderán en calidad y aprovechamiento del tiempo, a la vez que se irán reduciendo en duración y espaciándose más entre una y otra con lo que nuestro nivel irá disminuyendo a la vez que nuestra motivación. 

¿Qué es estar motivado?

Cuando estamos motivados sentimos algo dentro de nosotros que nos empuja a hacer algo,  generando una activación positiva que hace que nos dirijamos a un objetivo o meta determinado. Dicho de otro modo, la motivación es el grado de interés que tenemos por nuestra actividad y las consecuencias que genera ésta. 

La motivación es clave para continuar con nuestra actividad, y su pérdida o disminución, llevaría implicada, de manera directa un descenso en el propio desempeño de ésta. 

 

Tipos de motivación

Al hablar de motivación, debemos distinguir entre la motivación intrínseca y la motivación extrínseca. 

La motivación intrínseca es aquella que no depende de nada externo a nosotros, sino que es nuestro propio interés por mejorar, por dar lo mejor de nosotros mismos y superarnos, lo que hace que estudiemos cada día. 

Por otro lado, la motivación extrínseca sí que proviene de elementos reforzadores externos, como pudieran ser el recibir dinero por una actuación (lo que se conoce como hacer un bolo), recibir la ovación del público y/o la admiración de los demás…

Al no depender exclusivamente de la propia persona, conforme estos elementos externos vayan desapareciendo o lo hagan con menor asiduidad o fuerza, irá descendiendo de manera directamente proporcional este tipo de motivación. 

 

Pérdida o descenso de la motivación

La pérdida o descenso de la motivación en el estudio se puede producir por diferentes circunstancias las cuales debemos analizar para ponerles solución. 

Podríamos hablar de una pérdida de ilusión o diversión a la hora de estudiar cada día con el instrumento, lo que hace que vayamos perdiendo las ganas y con ello, reduzcamos las sesiones de estudio, haciéndolas casi aparecer de nuestra agenda. 

Por otra parte, puede ser que esta motivación vaya cayendo como resultado de una poca confianza en nuestras propias habilidades y recursos para lograr lo que pretendemos: aprobar el curso, aprobar unas oposiciones o las pruebas de acceso a una orquesta… En este caso, no queda otra que comenzar a trabajar por la autoconfianza, para que una vez recuperada, la motivación se vaya viendo beneficiada y se recuperen las ganas e ilusión por el estudio. 

Relacionado con la autoconfianza, el desánimo puede aparecer también cuando notamos que a pesar del tiempo y esfuerzo que empleamos con el instrumento, no se aprecia ninguna mejoría o avance. En este punto, es conveniente dejar un poco de lado el estudio, despejar la mente y liberarla de todo lo que tiene que ver con la práctica musical para en unos días posteriores, volver poco a poco a retomar éste. También puede ayudar fijarse nuevos objetivos, totalmente alcanzables y realistas para que poco a poco vayamos avanzando y mejorando en nuestra interpretación y cada día nos sintamos con mejor ánimo y predisposición al estudio. 

Finalmente, debemos hablar del “burnout” o del agotamiento psicológico, el cual aparece por la alta exigencia a la que nos sometemos, bien por nosotros mismos (autoexigencia) o bien la exigencia que proviene del exterior (profesores, compañeros…). Cuando esto pasa, debemos intentar eliminar el estrés y centrarnos en recuperar energías, desconectando y tomando tiempo para nosotros mismos. Una vez nos sintamos más relajados, podremos retomar el estudio con energías renovadas. 

Descanso necesario

Como se ha dicho en múltiples ocasiones, el estudio y la práctica diaria son elementos imprescindibles para mejorar en nuestras habilidades necesarias para alcanzar la excelencia a la hora de tocar pero no por ello debemos machacarnos. 

El descanso es algo totalmente necesario, tanto para la mente como para el cuerpo y debemos ser conscientes en todo momento de esto, con el fin de evitar “quemarnos” y estudiar por obligación, lo que hará que, a parte de bajar nuestro nivel debido a la poca activación y atención al estudiar, sintamos que estamos perdiendo el tiempo al ver que, en lugar de avanzar, vamos hacia atrás.