Coaching para músicos
Saúl Tébar - Coach profesional certificadoLa ansiedad en el escenario, el caos organizativo, los miedos a los exámenes, o simplemente, la falta de ganas, son problemillas con los que muchos músicos lidian día a día. Pero tranquilo, son más comunes de lo que imaginas. Y la buena noticia es que tienen solución.
Entre las respuestas, el coaching para músicos destaca como un verdadero as bajo la manga. Pero volviendo a esos problemas, casi todos los guardan en el armario. Escondidos. ¿Por qué? Por miedo a la crítica, al parecer menos brillantes o a otras tonterías del estilo.
Ahora, eso sí, hay quienes se llenan de libros, ven el documental más inspirador en Netflix y siguen mil cuentas de Instagram buscando la chispa. Pero, colega, lamento decirte que todo eso solo hace cosquillas si no te pones en acción.
¿Nunca te has topado con el dicho de que «el que mucho abarca, poco aprieta»? Pues eso, aplícatelo a ti mismo. Y mira, te lo hablo desde la experiencia, porque dicen que uno aprende más de viejo que de listo. Y en experiencia, ahí llevo mis batallas.
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Ahora bien, mira, te digo algo: el coaching no va con todos, no es para cualquiera.
Si fuera así de fácil, no habría dolores de cabeza, ¿o me equivoco?
El otro día, hablando con un colega, me contó cómo el coaching se estaba volviendo la ola del momento. Y su frase fue: «Estamos todos como cabras».
Y sabes qué, tiene razón. Estamos un poco locos, unos más que otros.
Pero como te decía, esto no es para todos.
El coaching ayuda, eso está claro. Pero solo si te pones las pilas. No esperes que yo te lo dé todo en bandeja.
Si tú no te curras el asunto… lo siento, pero te quedas a dos velas.
Ahora, si eres de los que en serio se lo monta y quiere mejorar algo de su viday no te tomas esto a broma… enhorabuena, porque has tropezado con un tesoro.
¿Quién lo dice? No yo, sino un montón de gente. Aunque mi consejo es que pases de lo que digan, y mejor, lo pruebas por ti mismo. Porque hablar sin saber es pan de cada día, pero tampoco te rayes.
El coaching es como un todoterreno. Vale para casi todo: si tienes que cambiar algo, si te ronda algo en la cabeza, autoestima, lidiar con historias, o incluso, si estás preparando unas oposiciones.
Solo necesitas tener clara tu meta y pelear por ella hasta el último aliento.
Piensa que si quieres que tu vida sea diferente de lo que era hasta ahora, tienes que hacer cosas distintas. Simple, ¿no?
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¿Y el tema de la pasta? Puede que a estas alturas pienses que todo suena de maravilla pero que se te va a ir de presupuesto. Pues fíjate, te saco una sonrisa: ¡no es así! El coaching es poderoso… si te pones en acción. Y si el tema económico te pone la zancadilla, tranqui, ¡eso es cosa del pasado!
Somos muchos músicos como tú, con ganas de mejorar pero con el bolsillo justo. Y eso se acabó, amigo.
Evidentemente yo tengo que ganar dinero, y comer y dar de comer a mis hijos pero el coaching no debería ser solo para los que nadan en dinero. Tiene que estar al alcance de cualquiera que quiera mejorar tanto en el plano profesional como en el personal.
Olvídate de tarifas infladas. ¡Ah! Y eso sí, sin sacrificar calidad ni profesionalismo.
Para terminar por aquí, no sé si ya lo sabes, pero también me encanta escribir y por eso envío una serie de correos electrónicos de manera periódica para seguir ayudando sobre coaching para músicos. Si te interesa puedes apuntarte aquí de manera gratuita: